Por Diario del Consumidor
Salimos a las calles de Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y otras provincias del país con una pregunta tan sencilla como reveladora:
“Si tuvieras que elegir entre quedarte sin celular para siempre o quedarte sin esposo para siempre, ¿cuál opción escogerías?”
El equipo de Diario del Consumidor entrevistó a 100 mujeres casadas de diferentes edades, profesiones y niveles socioeconómicos. El resultado, aunque sorprendente para algunos, confirma una tendencia que ya se ha observado en estudios internacionales: la dependencia emocional y funcional hacia el celular supera, en muchos casos, la que se siente hacia la pareja.
Resultados del sondeo dominicano
El 68 % de las entrevistadas dijo que preferiría quedarse sin esposo antes que sin celular.
Un 22 % respondió que no podría decidir, pues ambas opciones “serían pérdidas difíciles”, mientras que solo un 10 % aseguró que preferiría vivir sin celular antes que sin su compañero de vida.
Entre las razones más repetidas, las mujeres expresaron que el teléfono representa libertad, conexión, información, trabajo, familia y entretenimiento. “Con mi celular hablo con mis hijos, trabajo, veo mis series y me informo de todo… sin eso me muero”, dijo una participante de 39 años residente en el Distrito Nacion.
Reflexión final
La conclusión es contundente: el celular se ha convertido en una necesidad emocional y práctica, un símbolo de independencia y conexión.
Este estudio no busca juzgar, sino reflejar cómo ha cambiado la conducta humana en la era digital, especialmente entre las mujeres dominicanas, que hoy ven en su teléfono no solo un dispositivo… sino una parte esencial de su vida diaria.