Un reciente estudio liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en colaboración con el Centro Helmholtz de Investigación Ambiental de Leipzig, Alemania, reveló que las bolsitas de té comerciales fabricadas con polímeros liberan una enorme cantidad de nano y microplásticos durante su uso.
Estas partículas representan una fuente significativa de contaminación que puede tener impactos preocupantes en la salud humana.
La investigación demostró, por primera vez, que estas partículas son capaces de integrarse en las células intestinales humanas, llegar al torrente sanguíneo y potencialmente dispersarse por el cuerpo. Según el equipo científico, esta exposición representa un desafío crítico para el bienestar de las futuras generaciones debido a los riesgos asociados con los residuos plásticos.
Los envases alimenticios, incluidas las bolsitas de té, son una de las principales fuentes de micro y nanoplásticos (MNPLs). La inhalación e ingestión de estas partículas constituyen las vías principales de exposición para los seres humanos. El estudio analizó bolsitas fabricadas con polímeros como nylon-6, polipropileno y celulosa, todos materiales comunes en productos disponibles en el mercado.
Durante el análisis, se observó que, al preparar una infusión, el polipropileno libera alrededor de 1.200 millones de partículas por mililitro, con un tamaño promedio de 136,7 nanómetros. La celulosa, por su parte, desprende 135 millones de partículas por mililitro, con un tamaño medio de 244 nanómetros, mientras que el nylon-6 emite 8,18 millones de partículas por mililitro, con un tamaño de 138,4 nanómetros.